A mal tiempo, buena cara
Mi primer artículo en prensa, publicado el martes 4 de julio de 1995 en FARO VERANO
Martes, 4 de julio de 1995 — FARO DE VIGO
¿Qué hacer un día sin sol? ¿Adónde ir cuando la arena de la playa está fría y el viento hace volar las toallas? Los primeros días de julio han presentado un aspecto desolador para el veraneante: negros nubarrones en el horizonte, una desapacible brisa y lluvia, ¡oh cielos!, lluvia en verano. Hay quien se niega a recoger las sombrillas y permanece en la playa contra viento y marea. El caso es aguantar sobre la arena jugando al fútbol, a palas o al mus, paseando al perro o durmiendo. No hay que olvidar que también bajo el cielo gris la piel se tiñe de bronce.

Una familia lucense juega a las cartas en Playa América.
La falta de sol que en estos primeros días de julio ha ahuyentado a muchos turistas de la zona del Val Miñor dejará de ser un problema en las próximas semanas. Los servicios meteorológicos anuncian una pronta mejoría del tiempo, e incluso se prevé un verano más caluroso que el de los años anteriores.
Lo cierto es que en las pasadas jornadas las playas de Panxón, Praia América y Baiona presentaban un aspecto des gris preocupante, apenas un par de valientes osaban meter sus cuerpos en el océano. Sobre la arena, los pocos veraneantes de la zona prefieren no quitarse la camiseta.
Más nubes, menos turistas
Los vecinos de Praia América constatan una menor afluencia de visitantes en este comienzo de verano. “Si hubiera hecho bueno, esto estaría a tope”, dice Sergio Carrera, dueño de dos cafeterías del lugar. Sin embargo, Sergio afronta con optimismo el futuro: “Mañana saldrá el sol”.
“El verano pasado comenzó con dos o tres días malos, pero enseguida apareció el sol”, recuerda Nazario Araújo, un jubilado de Tui que pasa sus vacaciones en Nigrán desde hace cinco años. Según él, la nubosidad reinante en la última semana ha provocado la espantá de algunas familias otrora habituales en el lugar :”Un amigo llegó con su mujer el día uno y regresó a Tui en cuanto vio las nubes”, afirma mientras bebe un café en un establecimiento cercano a la playa. “No hay otra cosa que hacer. Cuando hace mal tiempo uno se aburre, va a casa a ver la tele y se aburre también, así que prefiero salir a dar un paseo e ir a tomar algo”.
Julio Sarmiento, un empleado de Telefónica residente en Vigo, no se atreve a instalar definitiva mente a su familia en Praia América. “No me quedo fijo mientras el tiempo siga así”, asegura. Julio considera que la zona debería urbanizarse convenientemente para ofrecer alternativas de ocio a los veraneantes. Propone que el paseo de Panxón sea continuado hasta el final de la playa, “porque de otra manera, a la gente no le queda más remedio que irse a Baiona para dar un paseo”. La villa del Descubrimiento, repleta de comercios y terrazas, constituye la principal zona de diversión para los días nublados, especialmente entre los jóvenes.
Los días grises desesperan al turista. Los veraneantes no saben qué hacer cuando el tiempo no permite tomar el sol y bañarse, cuando se ven obligados a guardar toallas y sombrillas. Para José Lago, administrativo de cincuenta años que reside todo el año en el Val Miñor, existen muchas y muy buenas alternativas para ocupar los días nubosos. “Se puede hacer footing, andar en bicicleta, ir al cine de La Ramallosa o hacer excursiones a los montes de Baiona o incluso a Portugal, a través del ferry de Goián”, dice.
Esperanzadores pronósticos
Las previsiones meteorológicas auguran un verano caluroso en Galicia. “A pesar de que la estación comenzó con cielos cubiertos y tormentas, creo que el clima se va a estabilizar en los próximos días”, asegura el hombre del tiempo de la TVG, Santiago Pemán. El meteorólogo autonómico va aún más allá: “Mi opnión, no científica, es que esta temporada estival será más calurosa que la de los años anteriores”. El cambio de tiempo tendría lugar, según la misma fuente, a partir de hoy mismo: “Las lluvias tenderán a desaparecer y subirá la temperatura”, augura Pemán.
La zona de Baiona disfrutará también de esta mejoría, aunque no desaparecerán las brumas y bancos de niebla habituales en el sur de Galicia. Los turistas pueden respirar tranquilos: el sol volverá a lucir sobre sus cabezas.